viernes, 4 de abril de 2008

Una triste realidad

En Venezuela se esta viviendo una crisis económica, que empeora cada vez más, afectando así a sus habitantes.

Comer fuera de casa se hace cada vez más costoso, y no es que nos esmeramos por dar un mejor servicio. Hay una realidad, que es que no somos muy buenos en el servicio, entonces cuando comparas lo que gastas en la isla o en el país con lo que puedes gastar en otra ciudad del mundo, te das cuenta de algo, o allá están perdiendo o acá nos están robando.

Luego de escuchar experiencias gastronómicas en ciudades como Buenos Aires, Bogotá y hasta Nueva York llevadas a Bolívar con el Dólar oficial usando las tarjetas CADIVI. Si se tiene el cupo disponible es mejor invertir fuera del país, hasta que nos dignemos nosotros los venezolanos a mejorar el servicio, los precios y la comida, no solo lo que ves en el restaurante, sino lo que ves fuera, el entorno, la seguridad, la limpieza y el orden, factores que hacen que lo que paguemos valga lo que realmente vale.

Repito, se que es fuerte lo que estamos viviendo en este momento en Venezuela, pero debemos adaptarnos a nosotros, debemos hacer que comer fuera de casa sea una experiencia agradable y que sea posible repetir.

Esta es una triste realidad, y aparte de la crisis que todos conocemos, es que los restauradores elevan sus precios más de lo que deberían, ahuyentando a quienes irían, combinando esto con lo que se obtiene.

Hay ciertos sitios que mantienen unos precios razonables para mantener una clientela, eso es válido.

Los venezolanos debemos darnos la mano todos, y no la espalda.

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