Estaba con mi mamá muy cerca del Centro San Ignacio el pasado jueves y decidimos almorzar italiano en la calle, intentando ir a los restaurantes que se encuentran por La Castellana pero viendo que estaban tan llenos nos fuimos para Aprile sitio donde nunca habíamos ido. En particular siempre me gustó el exterior, este sitio ya tiene algunos años funcionando y había escuchado buenas críticas de este restaurant. Por dentro es muy bonito, llama la atención el piso del lugar, los candelabros y la decoración. El sitio estaba full, de hecho adentro solo había una mesa disponible, lástima que era en el área de fumadores y no nos lo preguntaron.
La carta es amplia, y me atrevería a decir que tiene cosas sencillas pero a la misma vez podría ser diferente de lo que podríamos comer en un restaurant italiano tradicional, realmente no creo que Aprile sea un restaurant italiano, hay un poquito de todo para complacer al público caraqueño. Ordenamos una ensalada con tomates secos y mero ahumado, rica. De segundo unos vermicelli al fileto di pomodoro con langostinos muy buena.
El sitio es bueno, atrévanse a ir si no han ido. A veces pienso que criticar es injusto cuando no tienes un negocio de restauración, pero he tenido poca experiencia y diría que es un negocio fuerte. Quisiera mostrar mi opinión acerca de esto, porque guao, que difícil es administrar un restaurant en estos momentos, son muchas cosas. Tener un lugar bonito ya es una inversión, tener la permisología requiere paciencia, que la cocina atraiga es un reto, pero realmente lo que parece una misión imposible en este país es que el servicio sea excelente y valga la pena. Quizás fue mala suerte de que nos tocara ese mesonero o quizás sea así con todos los que laboran en Aprile, pero el sitio estaba lleno y por eso me atrevería a decir que fue mala suerte (no creo en ella).
Aprile
